martes, 14 de agosto de 2012

Poema Nuestra Fabla

Nuestra fabla
Elena Ayala Vda. de García

El Yunque enhiesto
                                                               volteó los elementos                                        
y encampanó el firmamento...
estaba alegre vertiendo
tintes, matices y tonos
y cuando el hombre borincano
frunció el seño,
se oyó el grito de ¡ Ay bendito!
tan nuestro puertorriqueño.

Desde Aguadilla a Maunabo,
de San Germán a Luquillo,
en la Mona y hasta en Vieques,
la fabla mía es la única
sin variantes ni dialectos.
Castiza sólo en recuerdo, 
profusa en las excelencias,
''esbembá" por los del África,
al relieve de su esencia.

Parla del jíbaro
que al juipipío se mezcla
con el ñeñeñé del Norte
y en Agapito se muestra,
¡ con mofongo y marifinga,
la voz me sabe a cazuela!
tepetepe esta mi alma
de sus genuinas cadencias:
bayuscas contra las eses
oscuras, en consonantes
y arrastras entre las erres.

¡Ailelole!
¡Umju!
¡Fuerza 'e cara!

Fabla de este continente
proporción en miniatura
en el labio azucarado
del Caribe.

Lengua que no es castellana, 
pero sabe a turulete,
que no es india, 
ni es hispana,
ni morisca,
ni es taína,
ni es francesa, ni alemana
pero entre ellas se defiende
con la altura de su verbo
en la prosa de Laguerre.

Fabla aguda y pendensiosa
teñida de hormigas bravas
en el arrabal
suave y limpia por el rezo,
resonante en la montaña,                    
¡Carabalí pregonero!
tú, fabla,
tú, no eres lengua,
ni idioma.

Eres el habla del pueblo,
el léxico de esta tierra
de "asopao" de jueyes,
de empanada
de cocoteros
la que desertó La Rábida
escondida en un velero,
y despertó trasnochada
en este indígena suelo.
Hoy es lírica del monte
y teatro hasta el cuero.

Por ella soy riopedreña,
por ella es que son ponceños,
barranquitences
pepinianos, sabaneños,
peñolanos, lajeños,
Fabla nuestra,
puerca parida de nombres,
los gentilicios tan nuestros,
bienmesabe en la poesía 
de Julia de Burgos
y Carmen Alicia.

¡Fabla de este mundo nuevo,
reguerete de ilusiones
en el numen de mis versos!
tú eres, fabla,
brujería,
fascinante de los negros,
razón de las academias,
y mi diccionario eterno.

Fabla mía,
fabla de ellos,
fabla de todos,
¡la bella!

La que no tiene complejos
la que salta consonantes
y se las traga en los verbos.
Fabla, señora almirante,
de la nación borinqueña
con pasaporte de Utuado
y cédula de Peñuelas.
Fabla nuestra, fabla, mía,

nuestra, nuestra

No hay comentarios:

Publicar un comentario